El origen del Pandero
Definición
El pandero es un instrumento de percusión perteneciente al grupo de los tambores de marco. El pandero se originó en Mesopotamia, Medio Oriente, India, Grecia y Roma, y fue usado especialmente en contextos religiosos. A diferencia de la pandereta, no posee sonajas ni cascabeles y, normalmente, es de mayor tamaño. Aunque no lleven en el bastidor ni sonajas ni cascabeles, en el interior los panderos pueden llevar semillas, chapas, cascabeles, piedrecitas o cualquier otro pequeño objeto. Al golpearse contra la piel que conforma la membrana, estos elementos enriquecen su sonido grave.
Dios creó el Pandero
Debo decirles que aunque les resulte increíble, Dios mismo se tomó el tiempo para diseñar el primer pandero.
Dios lo creó con el único propósito de dirigir la adoración celestial, y una vez terminado lo entregó en las manos de su director de alabanza, si, ni más ni menos que el primer pandero fue usado por Satanás, quien en ese entonces aún era el ángel más bello y talentoso que adoraba al Señor y dirigía a la corte celestial en esa adoración perpetua.
Aquel bello ángel comenzó a llenarse de soberbia, y creyó que el mismo era merecedor de honra, lo cual es algo tremendamente ilógico, pues el fué creado para adorar a quien lo creó.
Fue entonces que fue expulsado y aquél pandero dejó de sonar en el cielo.
“Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura. En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles(panderos) y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación.
Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de
Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector.
Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti. Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones profanaste tu santuario; yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran.
Todos los que te conocieron de entre los pueblos se maravillarán sobre ti; espanto serás, y para siempre dejarás de ser."
(Ezequiel 28:12-29)